Un paseo que me devolvió la vida: mindfulness y psicología positiva en movimiento

En este artículo quiero compartir cómo una simple caminata, con atención plena y una actitud positiva, puede transformar un día agotador en una experiencia revitalizante. Mi intención es mostrarte que no hacen falta grandes cambios para reconectar contigo mismo y encontrar belleza y calma en lo cotidiano.

Para ello, me apoyé en las fortalezas personales propuestas por la psicología positiva, que son cualidades o recursos internos que todos tenemos y que nos ayudan a afrontar la vida con mayor bienestar y resiliencia. En mi caso, durante este paseo conecté especialmente con la vitalidad, la apreciación de la belleza y la excelencia y la curiosidad.

Después de un viaje agotador por trabajo —más de 8 horas en coche con algunas pausas para descansar— llegué a Monforte de Lemos con el cuerpo pesado, la mente frustrada y pocas ganas de hacer nada más que descansar. No era un buen día.

Pero tras llegar al hotel y refrescarme, decidí salir a explorar el pueblo. Empecé callejeando, observando las fachadas, el ritmo de la gente y esos pequeños detalles que a menudo pasan desapercibidos. Poco a poco, seguí el curso del río por un paseo encantador que me ayudó a desconectarme de todo y a conectar conmigo misma.

Caminé durante una hora y cuarto, a pesar de haberme levantado muy temprano y del cansancio acumulado. Fue como si esa pequeña práctica de mindfulness en movimiento me diera vida y energía. A pesar del cansancio, sentí cómo la vitalidad iba regresando a mi cuerpo con cada paso, recordándome que la energía se encuentra muchas veces en los pequeños momentos de atención plena.

Me di también el gustazo de comer un helado artesanal en el parque, disfrutando el momento con los cinco sentidos: el sabor, la textura, el aroma, la vista del entorno y el sonido del agua y los pájaros.

Durante el paseo, esas fortalezas que había mencionado al principio se hicieron presentes de forma natural. La apreciación de la belleza y la excelencia brillaba en cada fachada, en el murmullo del río y en el helado que saboreaba. La curiosidad me mantenía abierta y receptiva a cada detalle, transformando un paseo común en una experiencia rica y significativa.

Pese al cansancio, me permití avanzar sin prisa, agradeciendo poder vivir ese momento y darme ese tiempo para mí. Y en este caso, además de disfrutar, me sirvió para recargar energía.

Esa sencilla decisión de salir a caminar, de permitirme estar presente y abierta, transformó un día agotador en un regalo para el alma.

Me doy cuenta de que el mindfulness ya no es solo una práctica puntual, sino un modo de vida. Una invitación constante a vivir con atención, con amor y respeto hacia mí misma y hacia el mundo que me rodea.

Y es en esos momentos sencillos, casi invisibles, donde la vida realmente se siente plena y auténtica.

Angie 🦋

🌿 ¿Quieres vivirlo tú también?

Este es uno de mis ejercicios favoritos, y ahora quiero compartirlo contigo para que puedas reconectar con tu energía vital a través de algo tan simple y poderoso como caminar con atención plena. 🩵

Porque a veces, solo necesitas un paseo y unos minutos contigo para volver a sentirte en casa. 🌬️

Paseo con los cinco sentidos

Una práctica de mindfulness en movimiento para transformar cualquier caminata en una experiencia sensorial y revitalizante. Ideal para reconectar contigo mismo, reducir el estrés y encontrar belleza en lo cotidiano.

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